No puedo explicar mis sensaciones cuando recibo este tipo de paquetes en la Escuela. Desde que empecé en 1998 a interesarme por la batería las baquetas fueron un regalo. Recuerdo el primer par que compré en Zarautz (Guipúzcoa) junto a unos Bongos, con unos cojines y mucha imaginación tenía mi batería perfecta.
En Madrid y según se me iban rompiendo entendía que eran algo valioso, no sólo por el dinero que me costaban sino por el placer que sentía al notar el tacto de un nuevo par. He ido pasando por marcas, modelos, materiales… nada puede compararse a las TOC. ¿Por qué? Sobretodo por el ser humano que hay detrás de cada uno de estos pares. Gracias Pep por cada joya que deshago con mis manos, sin tu destreza con la madera mi trabajo no sería el mismo.
Quien quiera probar estas maravillas puede venir a la Escuela Borja Cortés a probar los diferentes modelos que hay disponibles. Más largos, más cortos, con más o menos rebote, más pesados, más ligeros… La búsqueda de tu par ideal te llevará a transmitir mejor y por lo tanto a ser mejor músico.